Cómo asegurar un buen agarre desde el inicio

Un buen agarre es la clave para una lactancia exitosa y sin dolor. Cuando el bebé se prende correctamente:

Recibe suficiente leche

Evitas dolor y grietas en los pezones

Garantizas una lactancia más cómoda y tranquila para ambos

Si sientes dolor intenso, es señal de que el agarre no es correcto: retira suavemente al bebé introduciendo tu dedo en la comisura de su boca e inténtalo de nuevo.

Señales de un buen agarre

Boca bien abierta

La boca del bebé cubre no solo el pezón, sino buena parte de la areola, asegurando que succione de manera efectiva y cómoda.

Labios hacia afuera

Los labios del bebé están evertidos (como “pescadito”), lo que ayuda a sellar correctamente y evita dolor en los pezones.

Barbilla pegada, nariz libre

La barbilla toca suavemente tu pecho mientras la nariz queda libre, permitiendo respiración sin obstrucciones y una succión más efectiva.

Succión rítmica

Se escuchan tragos profundos y rítmicos, sin chasquidos, lo que indica que el bebé está tomando leche correctamente.

Comodidad para ambos

Ni la madre ni el bebé sienten dolor intenso; ambos están relajados y cómodos durante la toma.

Consejos para lograr un buen agarre

Acerca al bebé al pecho

No muevas el pecho hacia el bebé; es mejor acercarlo suavemente para facilitar que abra bien la boca.

Espera a que abra bien la boca

Observa que el bebé abra ampliamente antes de acercarlo, así el agarre será más profundo y efectivo.

Prueba diferentes posiciones

Experimenta con distintas posiciones de lactancia: cuna, cruzada, acostada o balón de fútbol, hasta encontrar la más cómoda para ambos.

Interrumpe suavemente si duele

Si sientes dolor, introduce un dedo en la comisura de la boca y vuelve a intentar; la práctica y la paciencia son clave para un buen agarre.

Consejo importante

El buen agarre puede requerir práctica, pero con paciencia, observación y apoyo, lograrás que cada toma sea cómoda, nutritiva y llena de conexión entre tú y tu bebé.

¿Necesitas más apoyo personalizado?

Cada bebé es único y a veces necesitas orientación específica para tu situación. Nuestras asesoras especializadas están aquí para acompañarte en este hermoso viaje de la maternidad.

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Cómo asegurar un buen agarre desde el inicio

Un buen agarre es la clave para una lactancia exitosa y sin dolor. Cuando el bebé se prende correctamente:

Recibe suficiente leche

Evitas dolor y grietas en los pezones

Garantizas una lactancia más cómoda y tranquila para ambos

Si sientes dolor intenso, es señal de que el agarre no es correcto: retira suavemente al bebé introduciendo tu dedo en la comisura de su boca e inténtalo de nuevo.

Señales de un buen agarre

Boca bien abierta

La boca del bebé cubre no solo el pezón, sino buena parte de la areola, asegurando que succione de manera efectiva y cómoda.

Labios hacia afuera

Los labios del bebé están evertidos (como “pescadito”), lo que ayuda a sellar correctamente y evita dolor en los pezones.

Barbilla pegada, nariz libre

La barbilla toca suavemente tu pecho mientras la nariz queda libre, permitiendo respiración sin obstrucciones y una succión más efectiva.

Succión rítmica

Se escuchan tragos profundos y rítmicos, sin chasquidos, lo que indica que el bebé está tomando leche correctamente.

Comodidad para ambos

Ni la madre ni el bebé sienten dolor intenso; ambos están relajados y cómodos durante la toma.

Consejos para lograr un buen agarre

Acerca al bebé al pecho

No muevas el pecho hacia el bebé; es mejor acercarlo suavemente para facilitar que abra bien la boca.

Espera a que abra bien la boca

Observa que el bebé abra ampliamente antes de acercarlo, así el agarre será más profundo y efectivo.

Prueba diferentes posiciones

Experimenta con distintas posiciones de lactancia: cuna, cruzada, acostada o balón de fútbol, hasta encontrar la más cómoda para ambos.

Interrumpe suavemente si duele

Si sientes dolor, introduce un dedo en la comisura de la boca y vuelve a intentar; la práctica y la paciencia son clave para un buen agarre.

Consejo importante

El buen agarre puede requerir práctica, pero con paciencia, observación y apoyo, lograrás que cada toma sea cómoda, nutritiva y llena de conexión entre tú y tu bebé.

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